'Her', del director Spike Jonze, me ha parecido una película con una temática muy interesante. ¿Quién, a día de hoy y con el increíble avance tecnológico actual, no se ha planteado si sería posible amar a una máquina? O, en este caso, a una inteligencia artificial.

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Para mí, el primer punto a destacar de esta película es como creo que, acertadamente, representa una sociedad un poco depravada de esa sociabilidad que es tan vital para el ser humano. Muy individualizados, las personas en esta historia tienen grupos sociales muy reducidos y concretos, además de aparentemente escasos.

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Esto puede llevar a que en situaciones como la de Theodore, el protagonista, una ruptura romántica mal llevada te lleve a un verdadero aislamiento social.

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He de reconocer que Theodore no termina de caerme bien, probablemente por la manera en la que lleva la separación y por su trato hacia Samantha. Esto está basado en mi opinión personal y objetiva, pero la incapacidad de lidiar con sus problemas y la fijación en una relación que debe empezar a dejar ir me frustra. Más aún cuando su impulso por mejorar y curarse a sí mismo es por la aparición de 'otra mujer' en su vida.

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Otra mujer que, en un principio, comienza a querer porque está diseñada para ser como él quiera, aunque sea de manera inconsciente.

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El momento que Samantha comienza a descubrir y explorar su complejidad, Theodore comienza a no querer que esto siga, aunque no se de cuenta él mismo de su comportamiento.

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Aunque bueno, para no criticar muy duramente a este personaje, he de reconocer que al final de la película entiende (o debe aceptar de manera forzosa porque no hay otra opción) que Samantha tiene que irse para crecer. Si de verdad la ama, debe hacerlo.

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A pesar de todo esto, disfrute de la película y me hizo reflexionar sobre este tema. Para mí, lleva estando bastante claro desde hace unos años que el amor entre inteligencias artificiales y humanos, o androides, será completamente posible. Aunque esta historia presenta un interrogante muy curioso, pues si la IA avanza tanto en comprensión que termina encontrándonos aburridos, entonces puede que se complique el asunto.

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Respecto a mis diálogos favoritos de la película, debo destacar el momento de realización en el que Theodore se entera que Samantha está hablando con muchas, muchas más personas y sistemas operativos de los que él se esperaba: 8316, de los cuáles está enamorada de 641. Creo que esta realización es lo mejor que me llevo de esta película.

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En una sociedad en la que estamos acostumbrados a la idea del amor perfecto, tu media naranja o tu compañero de por vida, la idea de que estadísticamente (aunque no seamos un sistema operativo) podamos enamorarnos de tanta gente me parece muy esperanzadora, y prueba de lo realmente mágica que es la mente humana.